Cuando no lo usás se lo cedés a otro.
¿Sabías que cuando no hacés uso de tu centro de poder, automáticamente, se lo entregás a otra persona para que lo use por vos? ¿Cuántas veces te encontrás ofuscado, enojado y hasta irritable porque sentís que no tenés voz ni voto en la situación? Mientras tengas la oportunidad de elegir, hacelo. Utilizá tu energía de poder personal para crear, transformar y re-diseñar tu vida. Es tu responsabilidad crearte un espacio mejor y afín a tus verdaderas necesidades. Podés y además, al hacerlo actuás positivamente sobre todo el resto de nosotros.
Definí tus propios límites saludables: Una forma simple y efectiva de utilizar nuestro centro de poder es animándonos a establecer nuestros propios límites saludables. Entendiendo y honrando nuestro “no” cuando así lo sentimos, expresando nuestros sentimientos sin herir a otros, pero sin herirnos tampoco a nosotros mismos. Decidí vos cuál es tu mejor mapa y tu manera más sana de compartirlo y recorrerlo.
Tomar decisiones recupera tu energía: Cada vez que hacemos una elección, tomamos una decisión y establecemos con consciencia un propósito para nuestra vida, estamos revitalizándonos, recuperando nuestra energía y manifestando nuestro centro de poder. Automáticamente, trabajamos reforzando nuestra autoestima y nuestra valía. En cambio, cuando no lo hacemos, nos diluimos, dejamos que otros lo hagan por nosotros y hasta caemos en relaciones residuales que terminan por acaparar nuestra vitalidad y dependencia.
Herramientas que te ayudan:
• Meditar con Cuarzo Citrino y Calcita Naranja
• Trabajar la Postura de Yoga del Guerrero
• Caminatas descalzas sobre la tierra
• Cumplir lo que te propusiste hacer