Es una elección personal y solo vos podés hacerla. Te compartimos un paso a paso que te ayudará sumando calidad de vida cuando tomes la decisión de elegir sanarte:
Está en vos: Aunque saquemos turno en los mejores terapeutas, si no sentimos dentro de nosotros el llamado a mejorar nuestra vida, nadie podrá lograrlo. Pidamos ayuda, pero esforcémonos en re conectar con nuestro deseo de auto sanación. Elijamos nuestro próximo paso por nuestro bien integral.
Comenzá escuchando tu cuerpo: Este es un paso muy importante, porque nuestra energía corporal es la encargada de transmitirnos y reflejar una enorme cantidad de mensajes a través de los síntomas. Pero con escuchar no alcanza. Demos importancia y valor aplicando nuestra conciencia de tomar las riendas para transformar nuestra vida.
Animate a dejar atrás: Aunque te sientas enraizado al pasado, repetite una y otra vez que te merecés accionar un cambio. Permitite dejar atrás lo que sientas que no te hace bien en ningún plano. Lo que tengas que dejar ir, de todas maneras, algún día se irá, pero tenés la oportunidad de decidirlo vos mismo y a tu propio tiempo. Aligeremos esas heridas que empeñamos en acarrear por toda la ciudad. Lo que tomemos a partir de ahora, que sea aquello que querríamos vibrar hacia los demás.
Poné atención en tus mejores pensamientos: Tenemos que enfocarnos en adiestrar nuestros pensamientos. Es practicar poner foco en lo mejor, en lo más positivo, en las ideas que nos inspiran y nos recargan de vitalidad, en vez de darle vueltas a lo que nos hiere o nos desgasta. Hagamos nuestro esfuerzo con compromiso. Que nada ni nadie te quite tu determinación.
Desarrollá tu Espíritu: Todas las culturas del mundo han coincidido en la importancia de esta fase. Cultivar nuestra espiritualidad, a través de meditación o la técnica que más te inspire, para reconectarte con tu consciencia superior, con tu energía, con tu Alma. Recordando que no somos solo un cuerpo físico o una bolsa de pensamientos enredados y que existe algo luminoso y sabio habitándonos.
No dejes de buscarte: Esta es para mí, la clave esencial de cualquier proceso de sanación. Mantener intacta y activa nuestra capacidad de buscar volver a nuestra esencia, a nuestro centro y aprender cómo honrarlo y protegerlo.