La Espirulina es un alga muy pequeña que crece en el fondo de las aguas alcalinas. Si bien, su utilización para optimizar la salud y la alimentación se remonta a tiempos muy antiguos, hoy en día, se ha retomado su consumo con fines saludables para sumarla como complemento diario de una dieta balanceada, nutritiva y natural.
De tamaño pequeño y de coloración verde intenso, la Espirulina funciona como portadora de una gran fuente de vitaminas, minerales y hierro asimilable, convirtiéndose en una aliada natural de nuestra salud y de nuestras energías.
Hoy veremos algunas razones por la cual no puedes dejar de tenerla en cuenta si estás buscando balancear tu alimentación y tu organismo bajo una modalidad natural y no invasiva:
- Regula el metabolismo general del cuerpo, mejorando el funcionamiento del sistema digestivo, sistema intestinal, nervioso y circulatorio.
- Previene y combate la Anemia gracias a su alta dosis de Hierro de fácil asimilación y sus aportes de Magnesio y ácido fólico. Apoya al Sistema inmunológico.
- Activa la depuración natural del organismo, ayudando a eliminar residuos y mejorando el funcionamiento de los riñones.
- Es el suplemento ideal para las dietas vegetarianas ya que, además de sus aportes en Hierro, nutrientes y minerales, conlleva vitamina B12 que se dificulta encontrarla en algunos vegetales.
- Funciona como Anti-age natural, gracias al aporte de antioxidantes.
Además, la espirulina se presenta en diferentes formatos para que la consumas y la integres a tu dieta, según tus preferencias y rutinas diarias. Puedes conseguirla en tu dietética o tienda natural más cercana, en tabletas, capsulas o en polvo. Siempre se recomienda utilizarla en esta última presentación (En polvo) porque se dice que es más pura. En este caso, puedes diluirla en jugos, aguas o sopas. Recuerda, ante cualquier duda, consultar a tu nutricionista, la mejor manera de incorporarla a tu dieta diaria para obtener sus beneficios y bondades. Una vez más, la Medicina está en la Naturaleza.