Aunque destinar momentos a estar solos y re-encontrarnos con nosotros mismos es realmente sanador y necesario, es verdad que somos seres sociales, puestos en relación y enlazados a los demás.
Muchas veces, nos cuesta mantener nuestras relaciones a largo plazo o disfrutar verdaderamente de un momento familiar y con amigos. Nos convertimos en jueces, en críticos y nos olvidamos del compartir, de que estar con otros nos demuestra la manera en la que nos relacionamos, también, con nosotros mismos.
Hoy te compartimos algunos tips para mejorar tu manera de vincularte y disfrutar verdaderamente de un encuentro con el otro:
- Dale constancia a tu cariño: Intenta ser estable dentro de tus relaciones más importantes. Demuéstrales que te importan y que disfrutas de su presencia y sus dones, evitando pasar periodos muy extensos de desaparición que enfriarán tus relaciones y te harán perder lo más nutritivo y divertido: La cotidianidad.
- Acepta: Intenta trabajar en esta actitud y modalidad que tanta dificultad y resistencia nos genera: Acepta al otro y a la realidad tal cual es. No sigas luchando por modificar o transformar a las personas que quieres. Entrégate a lo que ellos son capaz de darte, no les exijas, perdónales y entiende que no todos han tenido las mismas oportunidades. Disfruta de la unicidad de cada persona, volviéndote más flexible y agradecido.
- Servicio: Intenta, cada algún tiempo, destinar tu energía y tus momentos a realizar servicio, actividades de entrega desinteresada en las cuales parecería que no obtienen nada a cambio, pero confirmarás que la gratitud del entorno y el amor que se despiertan adentro tuyo, son grandes bendiciones. Realizar servicio nos vuelva más humildes y nos conecta con el amor incondicional.
- Contacto físico: No temas ser más demostrativo, entrega un abrazo, una caricia, una palmada en la espalda para despertar la esperanza en el otro. Cuando nos abrazamos, nos curamos. Nos contenemos a través de las manos y la piel. Sin ser sofocante, entrega tu cariño con una demostración clara y física.
- Respeta el Círculo: Conéctate con los demás como si estuvieras formando parte de un gran círculo de consenso. Respetando la visión y el aporte de cada uno, entendiendo que ese lugar es sagrado y no puede ser interferido. Todos en la misma línea, sin jerarquías y a la misma distancia del centro.