No hace falta retirarnos al desierto. Podemos aprender a disfrutar de la urbanidad sin perder nuestra armonía. Te compartimos algunas ideas para mejorar nuestra vida en la ciudad:

Que tu espacio sea lo que amás: Armá tu casa con lo que más te gusta, con lo que te refugia y te inspira cada día. Aunque sea un departamento small en plena urbe, podes tener tu espacio cómo mejor te guste. Tu lugar te tiene que hacer bien.

Más bici: Dentro de lo posible, usemos transportes alternativos que nos ayuden a descomprimir la tensión de los colectivos o trenes llenos y aturdidos en los semáforos. Las bicis nos encantan y además de eco son lindísimas y podemos darles nuestro estilo. Nos suma ejercicio y mueve nuestra energía antes y después del trabajo.

Recorré, visitá, descubrí: Conocé tu lugar. Hay museos, ferias, librerías, cafés secretos en rincones de la ciudad. Estamos muy acostumbrados a las tendencias pero tenemos que aprender a descubrir nuestros propios espacios. Caminemos la ciudad con el corazón en los ojos y apreciemos lo que tenemos cerca.

Viví los parques: Todavía nos quedan y son tan hermosos. Aprovechemos los sectores verdes (Siempre cuidándolos) para respirar, oxigenarnos, practicar deporte al aire libre o simplemente rodearnos de la naturaleza disponible en donde estamos. No tendremos montañas, pero un parque nos está esperando no muy lejos de casa.

Sumate a las propuestas de tu zona para optimizarla: Al ponernos al servicio, salimos de nuestra mente y de nuestra energía auto-centrada. Ayudar siempre nos hace sentir estables y útiles y hasta nos motiva porque estamos participando del cambio para que todo mejore. Utilicemos menos tiempo para postear en las redes lo que comemos o pensamos y participemos más de lo que queremos construir a nuestro alrededor.

Al igual que nosotros, las ciudades no solo tienen que verse bellas. Necesitan, también, sentirse así.