Esta semana, continuaremos recorriendo los centros energéticos principales, de nuestro cuerpo, conocidos como Chakras. Ya hemos visto el primero y el segundo y hoy nos ocuparemos del funcionamiento y la descripción del Tercer Centro de energía.
Su nombre es Manipura y se encuentra ubicado en el Plexo solar que se emplaza a la altura de nuestro estómago, unos pocos centímetros por encima del ombligo. A este chakra se lo conoce como el Centro del Poder.
A nivel físico está encargado de la asimilación del alimento y la producción de la energía. Trabaja los procesos digestivos y depurativos. Cuando padecemos algún desequilibrio gástrico como ulceras, ardores o dolores estomacales, estamos bloqueando, de alguna manera, este centro energético.
Así como regula la asimilación del alimento, también regula la asimilación de la vida, las personas y las circunstancias. Es decir, nuestra capacidad para aceptar o nuestra tendencia a juzgar, también, se equilibran y desequilibran a partir de este chakra. Al mismo tiempo, la intolerancia y la necesidad de controlar el entorno, quedan activadas por un mal funcionamiento de Manipura. Personas que critican constantemente o hablan de la vida de los otros, suelen tener este centro en desequilibrio.
Se dice que es el centro del Poder porque aquí reside nuestra voluntad para manifestar nuestros deseos y necesidades a través de una acción concreta. Aquí se deposita el valor y autoestima, la confianza en nuestras capacidades y logros.
Del mismo modo, las restricciones a uno mismo y a los demás, provienen también de aquí. Es muy común que las personas que han recibido educaciones muy rígidas o mandatos donde se enviaba el mensaje de ser poco valorados o desacreditados, tengan bloqueado este chakra y es necesario trabajar fortaleciendo el valor a sí mismo y desarrollando una autoestima sana y equilibrada, depurando heridas antiguas que se han enquistado en la persona y en su pensamiento afectando su poder.
Cuando este centro funciona armónicamente, nos sentimos radiantes, voluntariosos, capaces de transformar nuestra vida siendo responsables de creaciones con corazón. Compartimos generosamente, agradecemos, entregamos pero siempre respetando nuestra esencia. Nos sentimos potentes para tomar decisiones y afectar el universo en forma armónica y creativa. Este centro nos revela nuestra manera de salir al mundo y de ello, dependen la mayoría de nuestras relaciones.
Su color representativo y, por el cual, podemos armonizarlo es el Amarillo. Ya sea a través de indumentaria de ese tono, rodeándonos de plantas y flores que vibren esta coloración, utilizando gemas o cristales como el citrino, el ojo de tigre o la calcita amarilla, podemos generar armonía y regular las energías de este chakra a partir de terapias naturales. También, podemos tomar un baño de sol, poniéndonos a meditar o, simplemente, a disfrutar de unos minutos bajo su luz y su energía revitalizante.
Recuerda que este chakra está asociado a la autoestima, por lo tanto, utilizar afirmaciones de poder para tomar conciencia de tu valor y la necesidad de darte importancia, también, resulta de suma importancia para equilibrar este centro energético. Aquellas personas que se dejan manipular constantemente o no valorizan su trabajo como corresponde, tienden a desarrollar desequilibrios en esta zona del cuerpo. Porque el miedo a actuar genera un depósito de emociones negativas que se alojan en este chakra impidiendo su funcionamiento armónico y generando frustración, ira, rechazo, ansiedad, crítica al otro y tendencia al control.
A través de este centro puedes reconectar con tu poder personal, con tu propia valía y recuperar la certeza de que eres capaz crear y cambiar tu vida. Eres un transformador potente, un valioso aporte para el universo.