Es casi imposible imaginarnos la vida sin Internet. Las Tablet y celulares se volvieron casi una parte obligatoria de nuestro look diario y oficial. Pero tenemos que saber que el utilizarlo de esta forma compulsiva nos provoca interferencias en nuestra salud y en nuestras emociones. Por eso, hoy te compartimos algunas opciones que permiten equilibrar este impacto, para que puedas ponerlas en práctica y optimizar la tecnología sin olvidar tu cuerpo.
Sumar una orgonita portátil: Un orgón está formado por cuarzo, resina y metal. Estos tres materiales trabajan atrayendo las ondas electromagnéticas provocadas por artefactos eléctricos y electrónicos y nos protegen de su impacto. En la actualidad, podemos conseguir orgones de diferentes tamaños y formas, para utilizarlos de acuerdo a nuestras necesidades personales. Te recomiendo un orgón para celulares que ya viene con una pequeña cadena o cordón para que puedas colgarlo de tu celu y reducir los impactos de su frecuencia. Se ven como piedritas o cristales y quedan súper cancheros. Los conseguís en Tiendas naturales o en artesanos y joyeros que trabajen esta técnica.
No lo invites a dormir: Otra forma de menguar el impacto es recordar y comprometerte a no utilizarlo en los momentos previos al dormir. Ni hablar de dejarlo al lado de tu cama. Tené en cuenta que interfiere en tu descanso y en tu salud y dale prioridad a lo que tu cuerpo necesita para funcionar mejor al día siguiente.
Regular las alertas: Una forma simple de sumar calidad a nuestro uso de tecnologías es menguando los sonidos de alerta constante. En caso de insistir en querer notificarte cada pocos minutos sobre mails, alertas, like y todo lo que pueda llegar a tus redes sociales, entonces, al menos, tengamos en cuenta que elegir sonidos naturales o suaves es la mejor opción. Evitar sobresaltarnos o interrumpir cada actividad diaria por una notificación, que tal vez ni siquiera sea tan relevante, nos traerá mucha mayor serenidad y libertad.
Es casi imposible imaginarnos la vida sin Internet. Estar sin conexión nos parece una catástrofe imperdonable, pero tenemos que lograr que el desconectarnos de nosotros mismos y de nuestra salud, también nos resulta casi inconcebible.