Aprovechando que estamos en un momento clave del año en el cual hacemos nuestro balance y nos preparamos para iniciar un nuevo ciclo personal, podemos optar por decretar caminar nuestra vida desde el amor.

Cerramos este año y, al mismo tiempo, estamos iniciando otro nuevo. Gran parte de nosotros, seguramente, atravesó experiencias durante este año que generaron nuevas perspectivas y grandes transformaciones en nuestro interior. Estamos listos y con energía para transformar ciertos aspectos de nuestra vida para que el nuevo año sea beneficioso y más alineado a esta nueva versión de nosotros.

Te propongo que parte de tus deseos se enfoquen en aprender a transitar desde el amor. Ese amor que cuando te lo das a vos mismo, te reencuentra con tu centro y con tu poder. Con ese amor que podemos brindar despegadamente a un desconocido en la calle cuando lo ayudamos a cruzar.

Me propongo también expandir esta red para llegar a vos y que vos llegues hasta alguien más. Compartir lo que nos ha nutrido y nos ha inspirado a lo largo de este año para brindarle herramientas e información a quienes pueden estar necesitándola. Eso también es amor.

Nos propongo entonces, hacer el intento de sanar nuestras relaciones incluyendo el soltar aquellas que ya no se alinean con nuestro presente, aquellas otras que necesitamos dejar ir por el simple hecho de que así lo han elegido y necesitamos soltarlas desde adentro. Liberarlas y liberarnos.

Brindar tiempo, brindar silencio, compañía, abrazos, más sonrisas, más miradas a los ojos, atención plena cuando compartimos algo con alguien más. Brindar, también, sanación a nosotros mismos a través de cultivar lo mejor que podemos la salud de nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestro espíritu. Eso, definitivamente, es verdadero amor.