Autoestima
¿Qué energía promovés con tus palabras?
Alineá tus objetivos con tus pensamientos y palabras.

Es importante ser conscientes de qué palabras usamos a diario, de cómo nos contamos las historias (La tuya que te repetís a vos y a los demás, la de tu ex pareja, la de tus amigos), de qué manera enunciamos lo que deseamos y lo que tememos. Porque cada palabra genera un campo de energía que puede ser elevada o demasiado baja, que arrima o aleja instancias de nuestra vida.

Cada vez que usamos nuestras palabras para criticar, para quejarnos sin promover mejoras, para hablar eternamente de lo que no queremos, de lo que nos da miedo, simplemente estamos atrayéndolo una y otra vez hacia nosotros. Y muchas veces, sin saberlo, terminamos siendo nuestros propios enemigos.

Las críticas duelen cuando son descubiertas y ese mismo dolor se causa por dentro de quien las enuncia. Hoy antes de hablar mal de otro o de juzgarte a vos mismo, tomate un momento para ver cómo aprovechar mejor la energía de tus palabras y orientarlas hacia lo que efectivamente sería positivo para vos y para tu vida.

Ser impecables con la palabra, decían los toltecas.

La cultura Tolteca nos dejó, entre sus enseñanzas, la importancia de ser selectivos y cuidadosos a la hora de elegir qué decir y cómo. Comprendiendo que las palabras crean o destruyen realidades, que son también acciones, deseos lanzados al universo, movimientos o detenciones. Tus palabras y pensamientos predominantes se relacionan con la realidad que más te rodea.

Entonces, elegí envolvete con palabras alineadas a lo que querés lograr, vivir, sentir, expandir y abrazar cada día.

Te sugerimos lecturas para profundizar y trabajar esta energía

  • El secreto, autora Rhonda Byrne
  • Los cuatro acuerdos, autor Miguel Ruiz.
  • Chamanes y Poetas, autora Flavia Carrión.

 

 

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