Infusión de lavanda
Es la flor para tratar el el insomnio, la ansiedad y la depresión, ya que al consumirla, olerla o colocar unas gotitas sobre la piel, el sistema nervioso se relaja y aflojan las tensiones musculares y mentales.
Sumergí 4 cucharaditas de flores de lavanda seca en 1 litro de agua hirviendo y dejalas reposar durante 10 minutos. Colcala, enduzlá a gusto y bebé.
Baño con hierbas
Gracias a sus propiedades, las plantas pueden transformar un baño común en una experiencia relajante a nivel físico y espiritual. Podés elegir entre lúpulo, melisa, valeriana, manzanilla, tilo, espliego o lavanda, y te des el baño por la noche.
- Colocar las hierbas dentro de una bolsita de algodón (también pueden servir las bolsitas para preparar leches vegetales).
- Colgar debajo de la canilla y dejar correr el agua calentita. La temperatura ideal del agua es sobre los 30 o 32º.
- Ambientar el baño con lo que necesites para volverlo más acogedor: velas, música, incienso.
- Una vez llena la bañera, sumergirse durante 20 minutos.
- Al terminar, secarse bien y recostarse otros 30 minutos sobre de la cama.
Ejercicio para calmar la mente y la ansiedad
Se recomienda esta técnica para tratar dolores de cabeza, padezcas estrés, cuando te cueste dormir o necesites enforcarte o tomar una decisión importante.
Colocate en una postura cómoda que te permita erguir y alinear la columna, por donde fluye nuestra energía. Cerrá los ojos para contactar con tu propio ritmo. Inahlá en 2 tiempos, llenando todo tu cuerpo de aire. Exhalá en 4 tiempos expulsando lento, vaciando y limpiando los pulmones.
Repetí diez ciclos completos. Podés acompañar este ejercicio con cristales como amatista, sodalita, lapislázuli o cuarzo cristal.