Claves para cultivar menta en una maceta
LUGAR. Un suelo fértil y húmedo con muchos nutrientes es un paraíso para las mentas. Si le das espacio y superficie, te sorprenderá el ritmo al que crecen. Por eso, aunque lo habitual sea verlas en pequeñas macetas de plástico, se recomienda encontrarle un lugar amplio, sobre todo si se trata de una planta inicial, la provee esquejes o semillas. Debe recibir entre 4 y 6 horas de luz solar por día.
RECIPIENTE. Es ideal utilizar una maceta grande y horizontal que tenga agujeros para eliminar el exceso de agua y colocarle un plato debajo. Esta se debe girar cada tres o cuatro días para que la planta se vea uniforme y equilibrada.
CUIDADOS. Como prefiere crecer en la humedad, la menta requiere riego constante pero sin excesos. El riego por goteo puede ser muy útil para esta especie. pero sin producir encharques. Pasado algunos meses de su siembra, también será vital agregarle una capa de compost o abono orgánico.
ALERTA. Si la planta se debilita puede ser que le falte agua o luz. Se recomienda no sembrarla junto a perejil o hierbabuena, ya que sus asociaciones no resultan favorables.
COSECHA. Por lo general, se realiza a los 4 meses lo que implica hasta tres cosechas al año.
¿Por qué consumirla?
Resulta un gran aliado en épocas de Primavera gracias a sus propiedades expectorantes y antiinflamatorias, y su capacidad de relajar las fosas nasales. Además, calma la tos, despeja vías respiratorias, reduce la congestión y alivia la mucosidad.
Por otro lado, al ser una planta que refresca y aumenta la energía, mejora la concentración, reduce el cansancio y el estrés.
Utilizala para aliviar dolores de cabeza, estomacales y musculares.
Tips: aregala a infusiones, mates, y ensaladas.