El placer de cambiar
La Luna Nueva en Tauro ocurre junto a Urano, el planeta que quiebra las estructuras y favorece los cambios. Tauro rige los sentidos, las necesidades físicas y materiales y también los valores: es el signo de de los placeres mundanos. Esta Luna marca el comienzo de un ciclo que propone revalorizar nuestras pertenencias para tener mayor libertad con ellas. Ésta materia puede tener un carácter intelectual, libertario y guerrero. Lo ideal sería soltar el control excesivo o el impulso posesivo para entender que mientras más se libere el la materia vieja, más espacio habrá para que llegue la nueva.
¿Cómo reciclar nuestra propia vitalidad?
Conocer nuestros puntos débiles y las fortalezas es esencial para entender nuestro ciclo vital: introspección, materialización, coumunicación, descanso, etc. La Luna en Tauro exige conexión con nuestras necesidades básicas. Esta vez Géminis, Libra y Acuario serán quienes se encuentren más exigidas a establecer un vínculo consciente con los ritmos y tiempos de su propio cuerpo. Mi consejo es que no piensen demasiado y que intenten escuchar a su cuerpo antes de comunicarse. Si bien Aries, Leo y Sagitario poseen un registro de su capacidad de despliegue, muchas veces no logran ver dónde está el límite de su intensidad, de su fuerza o exigencia. Por eso esta Luna hará hincapié en tener una mayor consciencia en la percepción del tiempo y cómo influye en cada cuerpo.
Los intercambios que abren la consciencia
Venus y Marte, planetas del amor y deseo, se encuentran en trígono en signos de Aire. Ellos forman el valor del intelecto junto al deseo de libertad, la acción de salirse de lo establecido junto con un abanico de posibilidades para elegir, el amor libre y el sexo virtual. Pero sobre todo ambos son el registro de la propia individualidad en relación a otras. Es importante mantener el canal de comunicación abierto para seguir alimentando y expandiendo nuestra consciencia en relación a otras realidades de nuestro entorno y más allá.