- Aceite de Jazmín: Es ideal para trabajar problemas de autoestima, falta de confianza e inseguridad frente a la toma de decisiones. Ayuda a recuperar el amor propio y facilita nuestra capacidad de acción. Alivia, muchísimo, el sistema emocional.
- Aceite de Caléndula: Utilizalo cuando necesites restauración a nivel integral. La caléndula ayuda a cicatrizar, a curar heridas, a revitalizarnos. Si estás recuperándote de un gran impacto, ya sea emocional o físico, te sugiero realizar masajes con este aceite y trabajar todo tu organismo en forma integral.
- Aceite de Lavanda: Es el aceite ideal para relajar el sistema nervioso y muscular. Después de un día de entrenamiento fuerte, de una jornada intensiva o de atravesar momentos de gran estrés, un masaje de pies con aceite de lavanda te permitirá descargar y descomprimir las tensiones, facilitando la relajación y un mejor descanso.
- Aceite de Bergamota: Ideal para tratar cuadros de melancolía o depresión. Este aceite aporta propiedades estimulantes, revitalizadoras y nos ayuda a despertar interés y pasión por la vida.
- Aceite de Romero: Esencia indicada para salir de estados de estancamiento o momentos donde sentimos que, por más que queramos, no logramos dar un paso más. El romero nos estimula y nos vigoriza.
Tip positivo. Recordá siempre que los aceites esenciales no se aplican directamente sobre el cuerpo, sino que se diluyen en aceite base o vehicular. Prepará tus aceites y ayúdate a vivir mejor.