EL SONIDO COMO INDICADOR DE ORDEN
El poder de los cuencos tibetanos en la espiritualidad
Las terapias de sanación y armonización con cuencos tibetanos pueden ser una experiencia muy útil y gratificante. Te contamos en primera persona y de la mano de una especialista en el tema todo lo que hay que saber sobre este interesante mundo.

Los cuencos tienen varios sonidos, diferentes y armónicos. La afinación de estos instrumentos se encuentra en escala de armonía. Cuando uno toca un cuenco, se emite una onda con una vibración que tiene un orden, según lo compartido por la especialista en cuencos y armonización, Mónica Roxana Filadoro *.“Ese orden y esa armonía, cuando entran a nuestra energía, cuando ingresa a nuestro cuerpo físico y el resto de nuestros cuerpos (espiritual, mental, etc.), le dan un cierto orden.

Foto: Ser Positivo

Crédito: Ser Positivo

Además, esta vibración brinda una información de organización. Todo lo que está en la naturaleza está en perfecta armonía y tiene un orden específico. Existe la geometría sagrada, por ejemplo. Hay mucha información que tiene que ver con el orden que existe en el Universo”, añade la especialista.

Asistir a una de estas sesiones puede ser una experiencia maravillosa y enriquecedora. Más allá de la confortabilidad que proporciona el espacio, un tratamiento con cuencos tibetanos puede realmente ayudarnos a recuperar el eje, a hacer una profunda introspección y a reencontrarnos con nuestra esencia.

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“Muchas veces digo que lo que sucede al hacer una de estas terapias es similar a lo que ocurre cuando el agua está revuelta y uno logra estabilizarla, aquietarla, serenarla. A partir de eso, uno puede ver a través de ella un montón de cosas que están molestando. Situaciones, pensamientos y emociones que uno percibe que no están bien. Con esto, nos podemos dar cuenta de las cosas que están en nuestra vida y no nos están haciendo bien”, explica Mónica.

La especialista también trabaja con aromas: una mezcla de hierbas con olores intensos y atractivos que nos ayudan a ingresar en este mundo de los sonidos.

“El aroma va directamente al sistema límbico, por lo que se genera una conexión directa en la que se aparta a la mente. Los aromas nos traen muchos recuerdos y sensaciones. Desde allí es donde uno puede realmente conectar. Siempre que comienzo una sesión con un paciente, uso el aroma como iniciador”, detalla Mónica.

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“También me gusta generar una conexión con el corazón. Que uno pueda escuchar sus propios latidos. Es muy común que a veces no sintamos el bombeo de este órgano tan importante para nuestro cuerpo y alma. Él es el verdadero maestro que tenemos, que dicta nuestras acciones y pensamientos. Nos puede brindar mucho conocimiento, aunque a veces lo tenemos bastante guardado. Y, sin duda, ahí es donde hay que ir”, sostiene.

El sonido lo que hace, también, es ayudar a aquietar los sonidos y los ruidos en la mente para poder acercarnos un poco más a nuestra esencia en el pecho.

Mónica recibe a sus pacientes con herramientas variadas y un equipamiento integral para que la sesión de sonidos sea lo más completa y satisfactoria posible.

“Trabajo con distintos instrumentos: por un lado, tengo los cuencos de metal y, por otro, los de cuarzo, con mucho silicio, cuyo material se utiliza mucho en la tecnología porque es altamente transmisor de información. Nosotros tenemos en nuestro cuerpo una gran cantidad de silicio. El cuarzo, cuando uno lo toca y lo hace vibrar, tiene una intención, lo cual es muy importante al momento de tocar los cuencos. De esa manera, el sonido llega a nuestro cuerpo de una manera mucho más intensa”, desarrolla.

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Por otro lado, Mónica utiliza cristales como complemento de su trabajo con los cuencos: “Los cristales, como todo lo que forma parte de la naturaleza, tienen una información almacenada de millones de años, cristalizada. En definitiva, los cristales son luz cristalizada. Nos brinda una información de orden, tal como lo hacen los sonidos. Por eso, apoyar los cristales en los chakras, tenerlos cerca nuestro, pedirles asistencia, hace que nosotros nos conectemos con esa información guardada”, indica.

La especialista recibe a sus pacientes con los brazos abiertos y sostiene que lo importante es que la persona esté dispuesta a conectar. “Siempre sugiero que la persona me escuche, en la medida en que su corazón permanezca abierto. Que lo que reciba, resuene en su corazón”.

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“Muchas veces uno habla y el corazón solo necesita escuchar determinadas cosas. Por eso es importante que uno esté confiado en uno mismo y puede indentificar lo que realmente es clave. Que atraviese la experiencia, que viva este viaje. Cada uno hace el suyo, y es maravilloso cuando uno puede conectarse y despejar todos esos problemas que rondan en la cabeza para percibir el latido de su corazón”, añade Mónica.

En realidad, somos seres maravillosos, con una energía almacenada muy importante. Lo que pasa es que estamos dormidos… y es momento de despertarse”, concluye.

El sonido de los cuencos y la música colaboran en:

  • Rápido logro de una relajación profunda.
  • Suave masaje y armonización celular.
  • Alivio del estrés y la ansiedad.
  • Mejora de la concentración.
  • Mejora de la creatividad.
  • Mejora de la visión (física, mental y espiritual).
  • Equilibrio de los hemisferios cerebrales.
  • Reestablecimiento del equilibrio del sistema endocrino mediante la vibración de la hipófisis o pituitaria.
  • Fortalecimiento del sistema inmunitario.
  • Alivio de la sinusitis y los dolores de cabeza.
  • Estímulo de la actividad de las ondas alfa o meditación profunda.
  • Aumento de la energía por medio de la estimulación del líquido cefalorraquídeo (posiblemente la forma física de la energía kundalini).
  • Equilibrio y limpieza de los chakras y del aura (y los órganos y glándulas correspondientes).
  • Limpieza del entorno.
  • Fácil acceso a la intuición y a la conciencia superiores.

*Mónica Roxana Filadoro es profesora de cocina natural, lo que la llevó a profundizar en la importancia de los alimentos como medicina y a asistir a cursos de naturismo y de cuencos. Es directora de Om Cuencos Tibetanos y atiende en su consultorio del barrio porteño de Caballito.

FB: facebook.com/omcuencostibetanos/

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