Cuando todo nos causa estrés

Existen momentos en los cuales todo nos afecta en forma negativa. Experimentamos cada pequeña situación como si fuera dramática y nos sentimos extenuados la mayor parte del día. Revisemos hacia adentro para detectar por qué todo nos causa tanto estrés.

Estamos sobrecargados: Una de las principales causas de esta sensación tan agobiante y negativa es que hemos acumulado demasiado y nos encontramos sobrecargados de toxicidad. Pueden ser pensamientos pesimistas, mala alimentación por periodos muy extensos, el ceder constantemente sin lograr definir nuestros propios límites y convicciones frente a los demás o la carga de responsabilidades que no logramos alivianar.

El primer paso, entonces, es depurar. Algunas opciones que pueden ayudarnos son: Purificar nuestro cuerpo, comenzar un diario con el registro de lo que sentimos y en el cual liberemos todo aquello que nos está extenuando, menguar los vínculos por unos días para revisar si hay alguno en particular que nos drena o nos intoxica la energía. En este caso, habrá que revisar qué estamos vibrando nosotros para haber atraído ese tipo de relación. Una técnica interesante de limpieza interna y re-conexión es practicar ceremonia de Temazcal, una práctica chamanica ancestral y sanadora.

Estamos mal organizados: Otro punto a revisar es cómo nos estamos organizando. Probablemente cuando nos sentimos tan estresados la mayor parte del día, es porque tenemos dificultades de organización. Si no logramos hacerlo solos, podemos pedir ayuda a nuestros amigos de personalidad más estructurada para que nos ayuden a planificar nuestras actividades en forma específica. Comenzar una terapia personal también puede ayudarnos a ir trabajando paso a paso. El punto clave es aprender a conceder a cada cosa, la prioridad que corresponde y no intentar hacer todo al mismo tiempo. No todo es tan urgente.

Necesitamos volver al centro: Cuando nos sentimos abrumados, generalmente también lo sentimos en nuestro cuerpo. Se experimenta una falta de estabilidad o de quietud interior que nos afecta hasta en las cosas mas cotidianas. Sensación de nerviosismo, ansiedad, se nos caen y se nos rompen las cosas que tocamos, nos golpeamos con facilidad y nos sentimos irritantes. En estos momentos, necesitamos recuperar nuestro centro. Volver a ese punto esencial en el cual nos sentimos en armonía. Para lograrlo, cada uno encontrará las experiencias más nutritivas pero algunas que podemos tener en cuenta son: Comenzar a experimentar el camino del Yoga, Tratarnos con Remedios florales acudiendo a un Terapeuta de confianza, escucharnos más y activar nuestra intuición para que nuestro propio cuerpo nos diga qué está necesitando para sentirse mejor.

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