Cada 1ero de agosto, desde hace miles de años, los indígenas cumplen con este ritual: toman un brebaje natural en ayunas para mejorar la salud, atraer la fortuna, y alejar la envidia y los males del invierno.
Los guaraníes, a quienes se le atribuye la tradición, creían que la llegada del frío y las dificultades climáticas, enfermaban severamente a las comunidades y al ganado. Sus chamanes respondieron con remedios de hierbas medicinales y licores, y así surgió este rito para los comienzos del octavo mes del año.
Estas culturas reconocían en la ruda múltiples propiedades medicinales contra parásitos, picaduras y malestares estomacales.
Originalmente se preparaba con licores a base de chañar, patay, tunas o algarroba, con contrayerba u otras hierbas medicinales. Pero cuando los españoles llegaron a América, los ingredientes cambiaron y la receta quedó tal como la conocemos hoy.
Preparación
Colocá algunas hojas de ruda macho en una botella de caña y dejá macerar por 1 mes.
Para lograr un sabor menos intenso, agregale cascaritas de naranja y un chorrito de miel.
Es posible guardar esta bebida hasta por un año.
Algo que también ha mutado a lo largo de la historia, es la forma de consumo: muchos beberán tres sorbos de caña con ruda al levantarse, mientras otros tomarán siete tragos largos o hasta un vaso entero.
Aunque el ritual se realiza el 1 de agosto, hay tiempo hasta el 15 para recibir la protección del brebaje. La condición es que se los convide alguien que ya haya realizado el ritual. ¿Te animás a probar?