¿Cuántas veces dejaste de lado una idea porque te condicionó pensar qué dirían de vos? ¿Cuántas veces elegiste otro camino para sentir que eras aceptado por los demás?
¿Cuántos deseos tuviste que no vieron la luz porque la mirada del otro pesó más que tus propias ganas?
A todos nos pesa la mirada u opinión del otro. Todos estamos bajo los mismos mecanismos de interacción social, dónde buscamos casi instintivamente la aprobación ajena.
Hemos perdido gran conexión interna, y es más relevante lo que piense alguien externo que todo lo que sintamos desde nuestra más profunda intuición.
Es usual preguntarnos cómo podemos hacer para reconectar con nuestra perspectiva y dejar un poco de lado las miradas de los demás. Para eso podemos poner en práctica estas claves, que como notas musicales pueden poner ritmo a nuestros bloqueos y dejarnos brillar en toda nuestra intensidad.
1) Cada uno en su juego:
Cada persona está preocupada por sí mismo. Cada uno debe lidiar con sus inseguridades. Por lo tanto la próxima vez que estés preocupado en adivinar qué piensa esa persona cuando te ve, recordá que seguramente ella está pensando exactamente lo mismo con respecto a vos.
2) Aceptar la realidad:
Hay una realidad que muchas veces queremos negar, y es que no podemos gustarle a todo el mundo. Así como a nosotros no nos gustan algunas personas. Además, no necesitamos la aprobación de los demás para disfrutar, o tener salud, o sentir bienestar. Las cosas más importantes en la vida no necesitan aprobación ajena, solo nuestras ganas.
3) Revisa tus pensamientos negativos:
Pregúntate si tenés pruebas acerca de esa idea negativa que se te metió en la cabeza. Tal vez nadie está criticándote, y es todo una creación de tu mente. La mayoría de nuestros bloqueos están en nuestra mente, por eso es importante cuestionar siempre si algo es real o parte de nuestra imaginación.
4) Detecta qué quieres realmente:
Algo que puede ayudarte a pelear por lo que quieres lograr es que estés seguro de ese deseo. Cuando dudamos, dejamos espacio a que las voces de otros tengan peso. Al saber exactamente cuál es nuestro sueño u objetivo, obtenemos una gran motivación, incluso para ir en contra del deseo de otros.
5) Evita compararte con los demás:
Cuando nos comparamos, en general evaluamos nuestros peores defectos contra las mayores virtudes del otro. Esto nos hace sentir menos confianza en nosotros mismos y nos puede bloquear. Cuando te des cuenta que estás siendo injusto en las comparaciones, ponete un freno, y acepta la realidad: todos somos únicos, irrepetibles, originales. Así que es inútil perder tiempo en las comparaciones. Siempre va a ser mejor mostrarnos y valorarnos como somos.
6) Contale a alguien lo que sientes:
Hablar nos libera, y muchas veces las palabras de alguien cercano nos suaviza miedos y angustias. Sobretodo si se trata de un bloqueo que viene de hace tiempo y no logras superar. Pedí ayuda, pedí una segunda opinión, o una palabra de apoyo y amor para poder continuar sin tanta carga emocional.
7) Detecta la gente tóxica a tu alrededor:
Alejate de las personas que siempre tienen una respuesta negativa o que te hacen sentir que no eres suficiente. No importa si son amigos, apenas conocidos o familia directa. Si la cercanía con ellos te genera toxicidad y malestar, lo mejor será tomar distancia para volver a sentir paz y confianza.
Hasta acá, algunos trucos que pueden ayudarte a superar el terror que te genera sentirte en el foco de la mirada del otro.
La realidad es que la mayoría de las veces nadie está pensando en las decisiones o acciones de los demás. La mayoría de las veces, la gente está pensando en si misma.
Pero si de repente, alguien piensa en vos, y te lo comunica, y ese mensaje no te hace bien, es momento de analizar en detalle la procedencia de ese mensaje, y las verdaderas intenciones de ese mensajero.
Por último, también es muy inteligente identificar qué es lo que nos cuesta tanto tolerar de la mirada u opinión ajena. ¿Será que eso que ven es justamente aquello que no aceptamos en nuestro más profundo interior, y la mirada del otro refleja lo que aún no hemos logrado superar?
Un camino sabio y sanador será entonces abrir los ojos y ver esas sombras que no queremos reconocer, y dejar de culpar a los demás por hacernos sentir lo que ya sabíamos que nos pertenecía desde un principio.