El perdón nos libera. Nos ayuda a sanar viejos rencores o enojos que nos distancian de una vida plena y nos consumen una gran cantidad de energía saludable. Pero, sobre todo, el perdón nos devuelve al amor.
En la semana más romántica del año, podemos elegir transformar nuestro lugar actual a través de perdonar y perdonarnos. Soltando viejas heridas que necesitan ser liberadas y trascendidas.
Necesitamos trabajar con esos sentimientos profundos que nos empeñamos en ocultar, pero que, indudablemente, nos tiñen a diario. Si te sientes culpable o responsable de determinada situación, hoy te recordamos que la única persona que puede perdonarte, verdaderamente, sos vos.
Porque todos nos equivocamos y, tal vez, no lo hicimos con mala intención. Más allá de cual haya sido la circunstancia, necesitamos comprender que hicimos lo mejor que pudimos con el nivel de conciencia que teníamos en ese momento. Trabajemos con nuestras emociones recordando que no podemos cambiar el pasado, pero siempre podemos transformarnos hoy. Internamente portamos recursos y herramientas para lograrlo.
Porque siempre podemos hacer algo para mejorarlo: Si le causamos dolor o sufrimiento a alguien más, al menos podemos proponernos unas disculpas verdaderas y comprometernos a cambiar nuestra actitud. Si nuestro caso es un poco más severo, entonces podemos decidirnos a pedir ayuda profesional y trabajar con compromiso y voluntad en nuestro desarrollo personal. Psicólogos, terapeutas, círculos de sanación, amigos, médicos y todo lo que nos haga falta para lograr una vida emocional y mental saludable.
Porque hacerse cargo es enfrentarse a lo que más nos asusta: Muchas veces, no logramos integrar nuestro sentimiento de culpa porque nos atemoriza profundamente el hacernos cargo de nuestro error. Pero el primer paso para sanar las relaciones es enfrentarnos a ese miedo, a ese dolor que nos acompaña y se va enquistando en nuestro cuerpo. Hacernos cargo nos permite liberar el bloqueo y comenzar a verlo a plena luz. A veces, descubrimos que no era tan grave como parecía en la oscuridad.
Porque todos nos merecemos una nueva oportunidad: Sea lo que sea que estás necesitando que te perdonen, tratá de recordarte que siempre tenemos una nueva chance. El tren no pasa una sola vez, y si efectivamente pasa, después vendrán autos, micros y aviones. Porque siempre estamos a tiempo de re comenzar nuestro viaje.