Muchas veces intentamos ser solidarios o ayudar a nuestro entorno, tanto a nuestras familias, como a nuestros amigos o a gente que, simplemente, se acerca a nosotros solicitando asistencia y terminamos entorpeciendo la situación o recargándonos a nosotros mismos con responsabilidades y culpas que no nos corresponden. Hoy te contamos algunas maneras para que esto no te pase y para que efectivamente, puedas ayudar sin apegarte ni desvitalizar tu propia energía.
Concederles poder: Muchos de nosotros, cuando alguien a quien apreciamos se nos acerca a contarnos sus problemas personales, comenzamos a sentir pena y la sensación de “cómo va a salir a adelante con semejante situación”. Entonces, optamos por “ayudarles” intentando intervenir solucionándoles los conflictos y haciéndonos responsables porque creemos que ellos no podrán hacerlo. Esto un error. La primera alternativa que tenemos para ayudar efectivamente es la de aportarles esperanza y la seguridad de que podrán afrontar lo que les está sucediendo. Todos somos capaces de adoptar y elegir una actitud que potencie y favorezca la resolución final de un asunto. Entonces, hoy en vez de sentir pena, lastima o de accionar por otros, intentemos despertar en ellos su poder personal y su seguridad de que podrán afrontarlo y salir adelante. Hagámoslos conscientes de cuan transformadores pueden ser, si así se lo proponen.
Recuérdales Agradecer: En momentos difíciles es cuando más nos desconectamos de nosotros mismos y deberíamos saber que tendría que ser al revés. En instancias en donde las cosas parecieran desequilibrarse es cuando más debemos recordar la importancia de estar en nuestro centro y tomar registro de nuestras fortalezas y aprendizajes para poner en práctica y honrar la sabiduría que cada momento nos ha traído. Cuando alguien de tu entorno se encuentre atravesando conflictos, recuérdale que todo tiene su propósito, que cada instancia de su vida lo ha preparado para este momento y que puede tomar unos minutos para agradecer las bendiciones que siente que ha recibido. Esto, más allá de colocarlo enfocado en sus abundancias, habilitará una apertura mental y emocional que favorecerá el encuentro de posibles soluciones. Aquí te compartimos una guía de agradecimiento http://serpositivo.tv/?p=394 y te contamos por qué es tan poderosa esta acción.
Compartir una herramienta: A lo largo de tu vida habrás aprendido diferentes técnicas, actitudes y movimientos que hoy, con perspectiva, puedes ver que sirvieron para facilitar y armonizar tu camino. Entonces, en momentos dificultosos, puedes compartirle este conocimiento a otra persona, brindándole un saber, un dato sobre alguien que realiza terapias que pueden ayudarlo o, simplemente, tomándote unos minutos para mostrarle un libro o un material útil para ella y para el momento que está atravesando.
Bajo ningún punto de vista, estamos negando la ayuda concreta o el involucrarse en una causa o tarea solidaria si así lo hemos sentido. Todo lo contrario, creemos que una de las maneras más efectivas de asistir a otros es ayudándoles a tomar conciencia y registro de lo que están viviendo con una mayor perspectiva que trascienda la situación en sí misma y los posicione en un lugar de crecimiento y comprensión. Pero esto no significa que si tenemos la posibilidad de brindar lo que el otro no logra obtener, tengamos que negarnos.
De esta forma mejoraremos muchas de nuestras relaciones, evitando cargar con vidas o situaciones que realmente no nos corresponden, pero sin mantenernos distantes o volviéndonos apáticos. Porque la empatía es realmente un gran portal de reconexión entre todos, pero necesitamos aprender a establecer límites sanos para generar vínculos de amor verdadero y de mejor calidad.