La Palta es un fruto de beneficios múltiples para nuestro organismo y para la renovación de nuestra salud. Su corteza es rígida y de coloración verde oscura, pero su pulpa es cremosa y se vuelve una aliada natural de nuestras recetas y de nuestra estética integral, porque además de ser portadora de vitaminas y nutrientes, conlleva también una gran variedad de aportes que refuerzan nuestra belleza, por dentro y por fuera.
Hoy veremos algunas razones para sumar Palta a nuestra alimentación semanal y por qué consumirla como medicina natural preventiva:
Fuente de ácido fólico: Este fruto es un gran portador de ácido fólico, convirtiéndose en un alimento ideal para mujeres embarazadas, período de lactancia o personas que presentan cuadros de anemia y falta de hierro.
Fruto Antiage: Presenta, además, propiedades antioxidantes que combaten los radicales libres, retrocediendo el efecto de envejecimiento de la piel. Fortalece la visión y la salud capilar.
Favorece el Metabolismo y el Sistema Cardiovascular: La Palta ayuda a reducir el colesterol en sangre y elimina la toxemia intestinal. De esta forma, trabaja como fuente depurativa que favorece la salud del sistema cardiovascular y el sistema digestivo, actuando como calmante y limpiador.
Proveedor de Vitaminas: Este fruto nos comparte vitaminas A, B, C y E que trabajan sobre la salud integral de nuestro organismo. Mejora la calidad de la piel, actúa como purificador natural, refuerza el sistema inmunológico y protege la salud del corazón.
Belleza Orgánica: La Palta, además, nos concede sus propiedades nutritivas, hidratantes y regeneradoras que podemos aplicar como herramientas naturales de belleza. Ya sea en cremas faciales, óleos corporales o mascarillas para el cabello, este fruto nos aporta nutrición, fortaleza y renovación integral.
Cómo consumirla:
- A la hora de elegir las Paltas, debes tener en cuenta que debe estar madura para poder consumirla. Para eso, debes aplicar el tacto y comprobar que se encuentra en un estado semi-blando pero no en exceso. Su coloración exterior debe ser verde oscura. Si sientes que aún no tiene el estado indicado, puedes dejarla estacionar, fuera de la heladera, por uno o dos días más y luego consumirla.
- Puedes ingerirla en ensaladas, guacamoles, salsas acompañantes, o untarla en tostadas y panes naturales. Su sabor es súper agradable y la vuelve flexible para ser consumida en diferentes horarios o propuestas alimenticias.
- Recuerda conservarla a temperatura ambiente y no en heladeras o congeladores. Intenta, siempre, que sea lo más fresca posible.
- Puedes integrarla a tus rutinas de belleza, fabricando tu propia mascarilla facial o capilar y obtener sus beneficios nutritivos e hidratantes.