Las gemas o cristales son seres naturales que emiten y absorben vibraciones específicas según sus cualidades y nos permiten utilizarlas como un valioso y eficaz método de sanación, limpieza y elevación de nuestro propio campo energético. Hoy veremos cómo conectarnos con nuestros cristales y de qué manera purificar sus energías.
Como la vibración de estos cristales trabaja directamente con la nuestra y la de nuestros ambientes (En el caso de usarlas para armonizar espacios o absorber energía negativa y estancada), es fundamental purificar y neutralizar cualquier baja energía que las gemas hayan absorbido antes de llegar a nosotros y a nuestra vida. Una vez que tengamos limpias y activadas nuestras piedras elegidas, su estado de energía elevada y pura se trasladará directamente hasta nuestro propósito.
Si bien existen diferentes maneras de limpiar y purificar un cristal, te sugiero un método específico que he comprobado personalmente y que resulta muy eficaz a la hora de comenzar a conectarnos con los cristales.
- Elegir el cristal con el corazón y no con la mente. Para trabajar con gemas es fundamental amarlas, respetarlas, tratarlas con mucho cuidado y amor. Se dice que es el cristal quien nos elige porque conlleva la sabiduría acerca de lo que necesitamos curar o potenciar a cada momento.
• Al llegar a nuestra casa, abrir la canilla o grifo y posicionar la gema debajo del chorro de agua. La misma debe estar a una temperatura ambiente ya que algunas piedras pueden dañar o resentir sus moléculas y, por lo tanto, sus propiedades bajo temperaturas extremas. Dejar unos minutos la gema debajo del agua y retirar, dejándola secar en forma natural (Evitar toallas o frotarla contra telas sintéticas)
• Una vez que tengamos nuestro cristal limpio y seco al natural, procederemos a enterrarla en el jardín, haciendo un pequeño huequito en la Tierra o armando un cuenco y poniendo ambos elementos en su interior (Tierra + Cristal). Allí la dejaremos por lo menos 24 horas, ya que la tierra tiene la capacidad de eliminar cualquier residuo energético que la piedra pudiera tener consigo.
• Al día siguiente, retiramos el cristal de la tierra y repetimos el paso 2 de este tratamiento purificador para eliminar los restos de tierra o barro (Ponerla bajo el agua unos instantes y dejar secar al natural).
• Enciende un sahumerio de mirra o preparara romero sobre un carbón vegetal para que el humo expanda sus propiedades purificadoras y posiciona el cristal por encima de él como si hicieras un sahumado. Allí terminarás de limpiar y restaurar el campo energético de tu cristal.
Programación y potencia: Una vez que tienes lista tu gema, vas a colocarla entre tus manos, para darle energía y plasmar allí su misión. Los cristales tienen memoria y de esta forma se programan para sanar específicamente lo que necesitemos. Con la gema entre tus manos, vas a concentrarte en pedir que active y nutra tu propósito (Allí mencionas lo que quieres lograr, por ejemplo, salud, prosperidad, abundancia, armonía etc.) Ahora inhalas y soplas fuerte todo el aire hacia la piedra (Método de insuflación).
De esta forma, tus cristales han quedado purificados y activos. Disponte, entonces, a trabajar con ellos siempre respetando y cuidado su entorno, manteniéndolos limpios y luminosos. Es recomendable que otras personas eviten tocar tus gemas personales para poder mantenerlas exclusivamente vibrando en tu propósito y en tu energía sin interferencia. Si utilizaras cristales para sesiones terapéuticas y armonizadoras con otras personas, necesitarás realizar una purificación cada muy pocos días, ya que se sobre-cargan del trabajo que realizan con cada paciente.
Luego de haber trabajado con un cristal, recuerda siempre tomar unos momentos para conectarte con él y agradecer por su aporte. Puedes bendecirlo y disponerlo en un altar o guardarlo envuelto en papel tissue con mucho cuidado y respeto. Recuerda que están en la tierra con una misión muy elevada y son de mucha ayuda para nuestras experiencias y para recordarnos y guiarnos hacia una evolución y expansión de nuestra conciencia. Intenta, entonces, abandonar cualquier preconcepto o actitud escéptica y abre tu corazón a la llegada de los Cristales. Con ellos llegará, también, un gran caudal de luz a tu camino de autoconocimiento y curación.