Tan importante como mantener nuestra salud personal, es activar la conciencia de generar espacios saludables. El hogar debe portar una energía de nutrición, de calidez, de contención que nos permita conectarnos con nuestras funciones, nuestras energías y, también, con nuestro descanso.
Desde el Feng Shui se hace referencia a la importancia de mantener una energía alta y saludable dentro de nuestra casa y de los espacios que creamos y frecuentamos. Muchas veces, por hábito o tendencia, mantenemos ciertas rutinas que impiden el buen flujo energético dentro de la casa, generando una vibración enviciada y recargada que interfiere en nuestra creación, en nuestro dormir y genera discusiones o interrupciones entre los habitantes.
Para mejorar la vibración de una casa, lo primero que debemos hacer es conocer su energía o sello y establecer que vibración existe en cada uno de los ambientes. Un consultor en Feng shui te indicará que ubicación es más propicia para cada área de tu casa, es decir, si hay una habitación que conlleva energía de inicio, de creatividad es indicado utilizarla para escritorio o zona de trabajo y no para dormir, ya que su tendencia es el impulso creativo y nos beneficiará en nuestra labor pero impedirá un buen descanso, justamente, por ser tan activa.
El siguiente paso o herramienta que puede ofrecerte el Feng Shui, es aplicar un diseño y decoración que fortalezca la energía de cada uno de esos ambientes, manteniendo siempre en equilibrio el Ying y el Yang. Esta herramienta permite generar estabilidad y conciencia de que todo forma parte del todo y que la dualidad, en realidad, no existe. Mantener este equilibrio es respetar la naturaleza del Universo y crear un ambiente acorde las energías de la Tierra en esa zona.
Por último, desde el Feng Shui accedes a una orientación para cada zona de tu casa, de acuerdo a su función principal. Podrás comprender mejor donde es necesario incluir plantas, o agua en movimiento (Por ejemplo, en fuentes) y obtener algunas herramientas para neutralizar posibles bajas energías o vibraciones desfavorables.
Desde el Feng Shui, entonces, se apunta a una relación armónica entre las personas y los espacios y, a su vez, entre ese espacio y la tierra en la cual está emplazado. Es el arte de ubicarnos con armonía y respeto, alineando el propósito a la energía de la Tierra. Creando, ambientes vibrantes y armónicos y, sobre todo, Hogares Sanos.